Esta simpática y alegre flor puede realizarse con porcelana fría, de dos maneras:
La primera consiste en cortar en masa un círculo, que se dividirá en pétalos marcados con una esteca o cuchillito afilado, que a su vez se atravesará con un alambre, que luego se retirará. Se dejará secar por completo sobre una plancha o una lámina de acetato firme.
Mientras tanto, en la punta del alambre se colocará un poco de masa en forma redondeada, que se encolará y se pasará por un plato lleno de harina de maíz, formando el centro de la flor. Atravesamos el círculo de pétalos de manera que el botón del centro quede por encima, y lo fijamos por debajo con un conito verde, que formará el receptáculo. Cada una de las piezas irá pegada con un poco de adhesivo vi-nílico. La varilla de alambre puede forrarse con pasta, a la que se añadirán hojas cerradas, como las de las margaritas reales.
Si lo que queremos hacer es margaritas reina, o margaritas dobles, repetimos la operación con más hileras de pétalos. Otra forma de hacer margaritas es colocando un poquito de masa en la punta de una alambre forrado, haciendo incisiones con un escarbadientes en donde pondremos pétalos que confeccionaremos uno a uno (y dejaremos secar aparte), adhiriéndolos con la ayuda de cola sintética. Debajo se pegará el receptáculo, con los sépalos adecuados. Consejo: para secar estas piezas, es conveniente ponerlas boca abajo sobre una plancha de telgopor, ya que de otra forma los pétalos pueden caer y perder forma.
martes, 27 de octubre de 2009
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